El otro día fuimos en barco por la costa de Bizkaia, salimos del puerto deportivo de Getxo (Getxo Kaia) en un velero espectacular para recorrer los acantilados que conforman la costa en forma de una muralla.

Desde Punta Galea hasta Armintza. EL FLYSCH.

Toda esa zona esta dominada por el Flysch, es uno de los flysch más relevantes y en que mejor se aprecia su estructura, además de todas las secciones del Paleoceno, con una excelente conservación del registro fósil. Los flysch son facies rocosas de origen sedimentario compuestas por alternancia rítmica de capas de rocas duras cohesivas (calizas, pizarras o areniscas) intercaladas con otras más blandas friables (margas o lutitas). Esta disposición favorece la erosión diferencial, pues las capas friables son desgastadas con mayor facilidad que las capas cohesivas. Esto hace que las capas duras se queden en resalte y sin apoyo, que así son erosionadas más fácilmente, pero a la vez la existencia de las rocas duras protege a las blandas.

Las capas del flysch se ven como láminas, que nos cuentan historias de cómo se vivía hace miles y miles de años, además de esconder preciosos fósiles.

A borde de un velero, a la caza del dragón.

A medida que transcurría el día se van divisando calas, playas y majestuoso y vigilante el dragón de villano (una isla que desde la mar se parece a un dragón).

Sentir el viento en tu cara y que solo gracias a él, un barco tan grande puede moverse hacia casi todas las direcciones es impresionante. Es todo física, nos dijo el capitán y pudimos comprobar, que los que saben navegar a vela bien, entienden de fuerzas, efecto Venturi…etc.

Terminando el día en busca del "Rayo Verde"

Tras pasar un día sensacional a bordo y ya de vuelta, tuvimos la suerte de llegar a La galea justo con el atardecer, donde jugamos a ver si teníamos suerte y veíamos el tan ansiado rayo verde.
Brindamos con un moscato por el día y por muchos así y llegamos a puerto, dando por concluido un día espectacular.