Trip

El guía a la vez nos sigue de pista en pista y nos va ayudando si ve que se nos complica alguna de ellas, cuando llegamos al punto exacto, nuestro guía nos desvela el primer misterio de la ruta. Así pista a pista se van desvelando los diferentes misterios y leyendas que tiene la ciudad y nos hablan de hombres pez, seres alados….etc.

Nos adentramos en el monte, en un trecking sencillo. “no se busca el cansancio sino el sumergirte en una zona frondosa y escuchar como tu interior se entrelaza con los sonidos del bosque, haciéndose uno e indivisible, para volver a tu cuerpo de forma armoniosa y conectando tu centro nervioso con el sentir del bosque” nos comenta nuestro guiá y coach. Cogemos una pequeña senda y llegamos a una zona espectacular rodeada de Eucaliptus, se escuchan a animales que no conseguimos identificar en ese momento e inexplicablemente, notamos un olor a mar, entrelazada con los olores del bosque. Nos sentamos y nos dice que estemos durante un momento en silencio, intentando descubrir los sonidos que tenemos alrededor, (nuestro cuerpo va bajando el ritmo cardíaco y esos sonidos, olores mientras tienes los ojos cerrados, hacen que vuelva a mi niñez y mi cuerpo vaya descansando poco a poco. Nuestro Coach nos comenta que vamos a hacer unas respiraciones y que le sigamos en ellas que harán que nuestro stress desaparezca totalmente. Le hacemos caso y mientras respiramos sentimos como conectamos con la naturaleza, con el viento, con los sonidos y comenzamos a diferenciar en nuestro cuerpo los olores que nos llegan, mientras que nuestro cuerpo se libera y notamos como ese ahogo con el que veníamos y los problemas del día a día se los lleva el viento como si de una frágil hoja se tratase.

Tras esa primera parada salimos de la carretera convencional y nos metimos por pistas para ir ascendiendo poco a poco hacia sierra Salvada. Las vistas eran espectaculares con un precipicio a la derecha y un cortado vertical a la izquierda, empezamos a notar la adrenalina, pero el guía conductor nos tranquilizó, además que se le veía muy tranquilo a el y acostumbrado a hacer esa ruta. Llegamos arriba y el paisaje aun era mas espectacular, cruzamos un bosque de hayas, vimos vacas y ovejas que hacen el pastoreo trashumante y muchísimos buitres sobre nuestras cabezas, salimos a hacer un pequeño tracking hasta un acantilado totalmente vertical donde se veía a más de 600 metros para abajo un valle precioso.

Montamos en el coche y bajamos por otro lado para llegar al restaurante kilometro cero que nos había reservado donde tuvimos una explosión de sabores y aromas, probando todo lo que nos sacaron, que si algo estaba bueno lo siguiente más. Un cafecito, un poco de charloteo y proseguimos ruta, esta vez nos llevó a una quesería para conocer de primera mano como se hace el queso Idiazabal y, como no, probar el queso fresco, curado y la miel……ummmmmm todo riquísimo, estuvimos un buen rato pero sin demorarnos que aun faltaba una sorpresa más y teníamos que probar algo de la tierra que es típico del País vasco, visitamos una pequeña bodega de Txakoli de Bizkaia y pudimos además de ver las vides y ver la elaboración, probamos tres tipos de Txakolis a cada cual más especial.

Seguimos con la ruta que después de la explicación ya sabemos donde nos encontramos, llegamos a la frontera de Cantabria con Bizkaia en e puerto de las muñecas y ahí empieza nuestra aventura 4×4 en la que el conductor nos lleva por sendas inimaginables por donde creemos que es imposible que un vehículo pueda pasar, el todoterreno se adentra en la frondosidad del monte sin ningún problema y de una forma muy tranquila, nos cometa el conductor que no es cuestión de acelerar y romper el terreno si no de seguridad, tranquilidad y saber que tienes que dejar todo como estaba sin romper el suelo y que no se note que has estado ahí.

Cogemos un camino que nos lleva a un trecking fácil por el Ermua con unas vistas impresionantes del puerto pesquero y de la costa, llegando a un caserío en el cual tomamos un sendero bordeando un pequeño riachuelo y seguimos el curso del mismo, llegando a una pequeña cala enfrente del faro de Arminza.

De ahí y ya equipados con los neoprenos, guantes y casco nos adentramos en las rocas de a costa, pisando una zona que es parte del Flysch negro y que su valor geológico es enorme, tras las primera parte fácil en la que se sortean piedras para no mojarte y vas viendo moluscos y crustáceos por doquier, empezamos uno de los primeros retos, escalando a las primeras rocas grandes, buscando las grietas para asegurar pies y manos, si esto lo aderezamos con saltos al agua y snorkel para poder observar la fauna y flora, mientras que nuestro guía nos va explicando cada cosa que desconocemos, esto se convierte en una aventura de cuatro horas espectacular.

Tras los saltos, snorkel y escalada llegamos al puerto donde nos sentamos para comer algo tranquilos y descansar los músculos tras la actividad que hemos realizado.

Buscar en internet cosas curiosas de ese monte. Puede pasar de ser un treckimg normal a un gran descubrimiento.

Buscar donde dejar el vehículo de una forma fácil y sin molestar, muchas veces dejamos el coche pensando que esta bien por la normativa de tráfico, pero no dos damos cuenta que en esa zona habitan personas que igual trabajan ahí y no les dejamos realizar sus labores al haber aparcado en la entrada a su campo, por ejemplo.

Llevar una mochila en la que llevemos:

• Agua
• Algo de comer
• Un pequeño botiquín con crema alérgica
• Ropa de abrigo
• Crema solar

Asegurarte de que el móvil esta cargado y en un estado correcto. Si pasase algo podría ser de gran ayuda.

Avisar siempre a algún contacto a donde vamos y a qué hora vamos a llegar o pretendemos llegar. A veces pensamos que una pequeña excursión no puede ser peligrosa, pero no sería la primera vez que alguien se pierde, por ejemplo. Si hemos avisado de horarios y zonas, será más fácil que nos encuentren.

Mirar antes de salir el tiempo previsto. Si ves que se acerca tormenta, nieve, o tiempo peligroso, date cuenta que no se vive igual en tu ciudad que en la montaña. Siempre es mejor posponerlo que arriesgarse a que pase algo.

Si es en invierno, comprobar que el coche en el que viajéis esta bien de neumáticos, tenéis cadenas de nieve y sabéis ponerlas y que haya combustible de sobra.

Optativo llevar prismáticos y cámara de fotos. Esto no es algo imprescindible, pero si quieres disfrutar al máximo de la experiencia, te lo recomendamos. La montaña tiene paisajes y animales preciosos de los que disfrutar.

A medida que transcurría el día se van divisando calas, playas y majestuoso y vigilante el dragón de villano (una isla que desde la mar se parece a un dragón).

Sentir el viento en tu cara y que solo gracias a él, un barco tan grande puede moverse hacia casi todas las direcciones es impresionante. Es todo física, nos dijo el capitán y pudimos comprobar, que los que saben navegar a vela bien, entienden de fuerzas, efecto Venturi…etc.